Is it that sweet? I guess so
Se acerca la época favorita de su narradora y vuelve a mi lista de reproducción de Spotify el icónico EP navideño de Sabrina, fruitcake, siguiendo con esta temática se acerca el estreno de su especial A Nonsense Christmas with Sabrina Carpenter en Netflix. En honor a este suceso y por fuera de hablar prematuramente de esta festividad, volver a escuchar hasta el cansancio All I Want For Christmas Is You de Mariah Carey y mirar todo tipo de romcoms navideñas me siento en la obligación de hablar sobre mi tema favorito del momento, el estilo de Sabrina Carpenter en el Short n´Sweet Tour. Cada uno de sus looks, sus canciones que no paro de escuchar, especialmente Juno, Bed Chem y Dumb & Poetic (coincidencia? No lo creo), y su habilidad para seguir sorprendiendo en cada show.
Sin dudas Sabrina Carpenter logró consolidarse como la artista del momento, y mi artista más escuchada este año junto a Taylor Swift por supuesto, la It girl que construyó una marca auténtica y su estilo logró tomar un lugar protagónico.
Su pasarela son los escenarios y su encanto no se limita a su carrera musical sino que se expande en su sentido del humor, su estilo y su creatividad, logrando una coherencia estética que se destaca en la industria musical y fashionista.
Sabrina nos introduce en su juego entre la diversión y la vulnerabilidad, una combinación que representa a su público con letras que exploran el amor, la introspección, la ruptura y la superación personal desde una perspectiva auténtica y cercana.
La construcción de su marca personal, su identidad y su posicionamiento, elementos que si de tecnicismos hablamos, forman parte del branding y la experiencia que ofrece Sabrina como artista. El estilismo ayuda a definir la identidad visual de un artista, marca su estilo, potencia su imagen pública, lo hace único y logra que lo asociemos a ciertos elementos o características, se trata de un proceso casi introspectivo y transformador. Lograr el reconocimiento es el resultado de una marca coherente con sus valores y Sabrina Carpenter proyecta una imagen que complementa su carrera musical, la evolución de sus looks no solo expresan su género musical sino que conecta con su audiencia, y la moda refleja el tono y los temas de sus discos.
Dress to impress and Keep it Short n´Sweet
El sexto álbum de estudio de Sabrina Carpenter que se estrenó el pasado 23 de agosto está compuesto por 12 canciones y como su nombre lo indica hace referencia a las relaciones fugaces, cómo éstas afectaron a la artista con una narrativa personal y es un reflejo del crecimiento de Sabrina, jugando con el doble sentido y el humor.
La construcción del álbum está dada por una nueva era de Sabrina Carpenter, con una estética retro y una energía sensual y divertida. El show está repleto de simbolismos bajo la mirada de su estilista, Jared Ellner que fue parte del diseño de los atuendos customizados.
La estética anticipada en todas las redes sociales de la artista tiene una esencia que remite a los anuncios televisivos de los años 70 y 80 y se replica en el inicio del concierto con un video protagonizado por la versión animada de Sabrina Carpenter con una fusión de guiños modernos a la cultura pop, haciendo de toda esta composición su firma personal. Un set que recrea una casa futurista con reminiscencias a la sitcom de 1964, Hechizada y un uso acertado del efecto sorpresa, es el show del que todo el mundo está hablando y Sabrina lo sabe.
En la entrevista que Sabrina y su estilista Jared dieron a Vogue revelaron las cualidades que una prenda tiene que cumplir para formar parte de su vestuario, siendo éstos elementos la comodidad y el reflejo de su personalidad y estilo, aspectos que también aplican a nosotras, las simples mortales para construir nuestro guardarropas.
Comienza el primer acto con su canción Taste envuelta en una toalla, como si los espectadores hubiesen sido testigos de una interrupción casi seductora que me recordó a las estrellas de cine clásico, para exhibir su primer look de la noche, un bodysuit repleto de brillos acompañado de un portaligas a juego diseñado por Victoria`s Secret.
En esta línea estéticamente romántica del show Sabrina viste un baby doll que forma parte de su estética desde su primera performance del álbum en el programa Saturday Night Live. Inspirados en los baby dolls y mini vestidos que la actriz y cantante francesa Brigite Bardot lucía en los años 60. Con una fuerte inspiración en los films Grease (1978) y Bye Bye Birdie (1963) ambienta un escenario habitual en su público, el momento de prepararse junto a sus amigas mientras escuchan su música favorita, creando una atmósfera única y divertida.
Sabrina After Dark, como si se tratara de un late night show Sabrina presenta la intro de un programa de televisión con una atmósfera romántica situada en Nueva York. Inspirado en el programa televisivo estadounidense Playboy After Dark (1969-1970) que retrataba las típicas fiestas en la casa de Hugh Hefner, el fundador y redactor jefe de la revista Playboy.
Una deslumbrante gala de cócteles que le da inicio al segundo acto, con looks sensuales y arreglos musicales que evolucionan progresivamente al jazz le dan lugar a su icónico look, un catsuit lencero bordado inspirado en los clásicos catsuits que usó Marilyn Monroe en el film musical There´s no business like show business (1954) y en el catsuit clásico y minimalista que utiliza Audrey Hepburn en el film musical Funny Face (1957).
Confeccionado por la firma francesa Patou, el catsuit es acompañado por una glamorosa estola de plumas que varía en la gama de colores del tour en cada show. La marca de lujo que tuvo su auge en los años 20, cerró sus puertas a mediados de los 80 y resurgió en el 2020 bajo la dirección del diseñador Guillaume Henry.
El tercer acto es encabezado por un look inspirado en ABBA y reversionado por el diseñador belga Ludovic de Saint Sernin, un vestido de tres piezas compuesto por un top y dos faldas con una malla de cristales Swarovski. Esta transición entre la falda larga que simula un vestido y la mini protagoniza el momento previo a cantar Juno, en el que Sabrina es seducida por un espectador, es ella quien es cautivada y con un guiño de humor deja caer la falda larga.
Las plataformas características del estilo de Sabrina con un corazón en su lateral y repletas de cristales fueron creadas por el diseñador de vestuario, joyería e interiores Michael Schmidt, quien también se encargó del diseño de vestuario de Halloween de Sabrina como Tinkerbell y de su icónico disfraz de iglú inspirado en Lizzie McGuire.
Para el acto final Sabrina canta Espresso con una taza de café y una camiseta con la inscripción de la ciudad donde da el show, personalizando de esta manera la experiencia de cada fecha.
El estilo de Sabrina, una expresión de autenticidad
Sabrina aplicó una fórmula infalible, su estilo está en la repetición de elementos, texturas y géneros, encontrando una narrativa estética que fusiona su género como artista y como fashion icon. El Short n´ Sweet tour es un recorrido íntimo y visualmente adictivo que refleja la madurez artística de Sabrina. La construcción de su universo trasciende sus videos musicales con inspiraciones cinematográficas y tintes de humor e incluso su gira para crear su propia firma, su identidad como artista de manera global.
Con un aura romántica y sensual, glamorosa y atrevida, dulce e intrigante Sabrina toma sus referencias mayormente de celebridades del mundo del cine en lugar de inclinarse por las tendencias que predominan en el mundo de la moda, fusionando la nostalgia retro con toques modernos, ¿Con qué sorpresa vendrá después?
Nos vemos en la próxima entrega para seguir observando los fenómenos que nos encantan de la cultura pop. Xoxo, Milu.
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